La erosión de la zona costera es un problema de relevancia mundial, que si bien, puede presentarse como consecuencia de la interacción de fenómenos naturales asociados a las condiciones océano-meteorológicas, dicho fenómeno sin lugar a duda, se ha potenciado debido a la acción antrópica que pone en riesgo tanto a la infraestructura y viviendas, así como a comunidades y ecosistemas.

Las soluciones estructurales para evitar la erosión de las playas y proteger las propiedades a lo largo de la costa pueden ser muy costosas, normalmente temporales y en la mayoría de los casos contraproducentes. Entre estas soluciones destacan dos métodos de protección de las playas frente a la erosión, sin embargo, resulta difícil establecer el límite entre ellas y, en ocasiones, ambos métodos pueden ser complementarios.

Dada la variedad de las estructuras de protección de la línea de costa que existen, es indispensable que, antes de seleccionar algún tipo de método para mitigar los problemas de erosión, se realice un diagnóstico adecuado del proceso erosivo en la zona, abarcando todas las posibles causas naturales y antrópicas, a fin de que, las soluciones propuestas correspondan a dicho funcionamiento.