Un puente es una estructura destinada a salvar obstáculos naturales, como ríos, valles, lagos o brazos de mar; y obstáculos artificiales, como vías férreas o carreteras, con el fin de unir caminos de viajeros, animales y mercancías.
La infraestructura de un puente está formada por los estribos o pilares extremos, las pilas o apoyos centrales y los cimientos, que forman la base de ambos. La superestructura consiste en el tablero o parte que soporta directamente las cargas y las armaduras, constituidas por vigas, cables, o bóvedas y arcos que transmiten las cargas del tablero a las pilas y los estribos.
Para designar su función se dirá: puente para carretera, puente para ferrocarril, puente móvil.
La palabra viaducto se reserva para los puentes largos, con frecuencia de claros prolongados, y altura constante.
Un puente se divide en tramos, separados por las pilas y que terminan en los estribos.
Las partes que forman un puente son:
Elementos portantes (Generalmente vigas).
En la Superestructura Diafragmas.
Sistemas de piso (Losas).
Pilas y estribos.
En la subestructura Sistemas de apoyo.
Otros elementos de soporte de la superestructura.
Pilotes.
En la cimentación Zapatas de cimentación.
Pilastrones.
Juntas de dilatación.
Sistemas de drenaje.
En el equipamiento Parapetos.
Señalizaciones.
A continuación se ilustra las partes que conforman un puente: