2.10 MATERIALES DISPONIBLES:
Los materiales para presas son de varios tipos, y son:
1 . - Suelos para los terraplenes.
2 . - Rocas para terraplenes y para enrocamiento.
3 . - Agregados para concreto.
La eliminación o reducción de los gastos de acarreo de los materiales de construcción, especialmente de los que se utilizan en grandes cantidades, reducirán considerablemente el costo de la obra.
El tipo más económico de presa será con frecuencia aquel para el que se encuentren materiales en suficiente cantidad y dentro de distancias razonables del lugar.
2.11 ENROCAMIENTO Y LOS TERRAPLENES DE ROCA:
El enrocamiento es una capa de fragmentos grandes de roca durable. Su objeto es preservar la forma del talud o de la estructura que cubre, evitando la erosión debida al oleaje o a las corrientes. Estos son construidos con fragmentos de roca en porciones de las presas de tierra o de enrocamiento.
2.12 AGREGADOS PARA EL CONCRETO:
La mayor parte de los factores que influyen en la bondad de los depósitos de agregados se relacionan a la historia geológica de la región. Estos factores incluyen el tamaño, forma y ubicación del depósito, espesor y carácter de despalme; tipos y condiciones de la roca; granulometría, grado de redondez y uniformidad de las partículas de los agregados, y el nivel freático.
Deben explorarse los depósitos más prometedores y tomarse muestras por medio de sondeos, pozos de prueba o zanjas y determinarse la bondad de los agregados. Si el banco de tierra tiene humedad natural menor que la óptima determinada con la energía por unidad de volumen adecuada al equipo de compactación especificado o disponible, es necesario incrementarla mediante riego de inundación o de aspersión. El primero es aplicable, previo arado a la superficie si ésta es prácticamente horizontal; el segundo sistema puede realizarse en terrenos de ladera, despalmados y roturados.
2.13 PRIMER LLENADO:
Durante el llenado inicial y el primer año de operación, es necesario hacer visitas periódicas para observar posibles filtraciones a través del bordo y la cimentación, así como realizar mediciones de asentamiento y desplazamiento. Si las fugas de agua son importantes, deben encausarse y aforarlas con vertedores triangulares, llevando un registro de caudales, color del agua y arrastre de finos. Si la obra no muestra un funcionamiento imprevisto después del llenado inicial y durante el primer año de vida deben realizarse por lo menos dos visitas al año: una, al terminar el período de sequía o cuando el vaso está vacío y la otra a embalse lleno y, si es posible cuando se derrame el vertedor. En la visitas se efectuaran nivelaciones y medidas de colimación, inspeccionándose la corona y los taludes para localizar grietas, movimientos de la protección de aguas arriba y erosiones a pie de vertedor.